La criopreservación de esperma consiste en la congelación del semen en nitrógeno líquido, donde se conserva a -196º, manteniendo su capacidad fertilizante durante años. Por ello, esta posibilidad debe ofrecerse a todo varón que vaya a ser sometido a tratamientos quirúrgicos, médicos o radioterapéuticos que puedan afectar a la producción de espermatozoides.
La actual ley de Reproducción Asistida vigente en nuestro país establece el marco jurídico dentro del cual se realiza esta técnica. Es el paciente el único que puede decidir sobre el destino del semen congelado.